Una máquina para la fabricación de válvulas de motor no es una máquina única, sino un sistema de producción integrado y altamente especializado, diseñado para fabricar uno de los componentes más críticos y dependientes de la precisión en un motor de combustión interna: las válvulas de admisión y escape. Estas máquinas realizan una serie de operaciones complejas de mecanizado, conformado y acabado en piezas metálicas en bruto, típicamente aleaciones de acero, titanio o níquel, para transformarlas en válvulas terminadas que cumplen con los exigentes estándares automotrices o aeroespaciales. El proceso es una maravilla de la ingeniería de precisión, ya que la más mínima desviación en las dimensiones o la estructura del material puede provocar una falla catastrófica del motor.
Las funciones principales de estas máquinas incluyen forjar la cabeza de la válvula a su forma precisa, soldar por fricción la punta de acero austenítico al vástago martensítico (un proceso común para la durabilidad), mecanizar la intrincada ranura para el retenedor de la válvula y rectificar el ángulo crítico del asiento de la válvula y el vástago a tolerancias de nivel de micras. Dada la naturaleza de alto volumen de la industria automotriz, estas máquinas a menudo se configuran como líneas de transferencia o máquinas indexadoras rotativas, donde una pieza en bruto de la válvula se mueve automáticamente de una estación a la siguiente, realizándose una operación diferente en cada estación. Esto asegura un proceso de producción en masa continuo, eficiente e increíblemente consistente para un componente donde la consistencia es primordial.